Derecho Penal
La injusticia en cualquier lugar es una amenaza para la justicia en todas partes.
Martin Luther King
SERVICIOS
¿Te acusan de haber cometido un delito?
Que te acusen de un delito es un auténtico infierno. Lo sé, da miedo, y te sientes perdido.
Comprendo la incertidumbre y la carga emocional que esto conlleva. Por eso, te ofrezco un acompañamiento cercano, confidencial y riguroso.
Me encargaré personalmente, como abogada y criminóloga, de estudiar tu caso al milímetro, analizar cada prueba, y diseñar una estrategia de defensa sólida.
Te defenderemos con firmeza, discreción y compromiso.
Estos son algunos de los ámbitos en los que podemos ayudarte:
01. Asistencia al detenido
02. Delitos de tráfico: alcoholemia, conducción temeraria
03. Delitos económicos y patrimoniales: estafas, blanqueo, robos, hurtos, defraudaciones tributarias, corrupción
04. Falsedad documental, usurpación de identidad…
05. Violencia y agresiones: amenazas, coacciones, lesiones, homicidios
06. Delitos sexuales y contra la intimidad: abuso, acoso, agresión sexual, vulneración de la privacidad
07. Delitos contra la salud pública: tenencia de armas, tráfico de drogas
No importa la acusación a la que te enfrentes, estoy aquí para defenderte, no para juzgarte.
Cada paso cuenta, y no se puede dejar nada al azar.
Por eso necesitas empezar con alguien que sepa mover las fichas.
Toma el control ahora. Yo me encargo del resto.
¿Has sido víctima de un delito?
Piensa en el caso de José Bretón, el hombre que asesinó a sus propios hijos. Ahora intenta recordar el nombre de su exmujer. O el de los niños. Difícil, ¿verdad?
Nuestro sistema tiene memoria para los delincuentes, pero olvida rápido a las víctimas.
Mi trabajo es que eso no pase contigo. Que lo que te hicieron no se archive. Que tenga nombre y consecuencias.
Lo sé, muchas veces no te quedan fuerzas para pelear, porque bastante tienes con no romperte del todo, digiriendo lo que te ha pasado.
No espero al juicio.
Ni a la denuncia.
Empiezo mucho antes.
Cuando tú no puedes hablar, yo pongo tu historia por escrito.
Con orden. Con pruebas. Con voz. Con verdad.
Lo que tú viviste, yo lo traduzco en un relato claro, en el que no quepa la incongruencia.
Esta vez no te van a callar. Ya ha habido suficiente silencio.